Que es una empresa zombi

¿Qué es una empresa zombi? Características y riesgos

En la actualidad, la mayoría de las compañías han sido afectadas por la crisis financiera mundial. Convirtiéndolas en inviables, pero a pesar de toda esta situación, gran parte de ellas se resisten a cerrar y se mantienen abiertas, ejerciendo funciones mínimas e inclusive con actividades simuladas. Esta denominación es la que se le asigna a una empresa zombi.

Se trata de aquellas empresas que obtienen beneficios que no son suficientes para cancelar los préstamos que han adquirido. Por lo que, sobreviven a base de refinanciamiento de sus deudas.

En este artículo, te explicaremos de qué se trata exactamente. Así como sus principales características y los riesgos presentes en las mismas.

¿Qué es una empresa zombi?

Una empresa zombi es aquella que con sus ganancias no tiene la capacidad de pagar los intereses de su deuda. Funcionan por medio del refinanciamiento frecuente de la deuda. Dentro de estas empresas, también se encuentran aquellas que han logrado mantenerse en pie gracias a las ayudas públicas. Sobre todo, por las aprobadas por el ente gubernamental para hacer frente a la crisis por Covid-19, para de esta manera evitar la quiebra.

Qué es una empresa zombi

Por tal motivo, han pasado a estar en la mira constante de la administración. La cual se resiste a que estas ayudas sigan llegando a las empresas zombis debido a que perjudica notablemente a aquellas compañías que sí son realmente rentables. Aunque están afectadas por la situación mundial actual, en el futuro próximo pueden continuar generando beneficios y empleos.

¿Por qué se le da el término zombi a estas empresas?

Los zombis de las películas de Hollywood, son llamados así porque son una especie de muertos vivientes que se alimentan de carne fresca y cerebros. Pero para el caso que nos concierne, las empresas zombis son llamadas así, debido a que consumen recursos, créditos y ayudas públicas.

Este término es utilizado en el sector financiero para denominar a aquellas compañías que sobreviven a base de créditos, ya que no tienen la solvencia necesaria para cubrir el pago de los intereses devengados por su deuda.

El término zombi comenzó a utilizarse en el sector financiero durante el año de 1991. Sucedió cuando explotó la crisis financiera e inmobiliaria en Japón. Posteriormente, el término sería generalizado a nivel mundial durante la crisis financiera que tuvo lugar en el año 2008, al ocurrir la quiebra de Lehman Brothers.

A pesar de que este fenómeno no es reciente, la actual crisis mundial por el coronavirus, ha dado pie a que se haya incrementado el número de empresas zombis.

Características de la empresa zombi

Entre las principales características que se pueden apreciar en una empresa zombie están las siguientes:

  • Poseen un bajo nivel de rentabilidad.
  • Sobreviven a base del refinanciamiento constante de su deuda.
  • Su deuda absorbe todos sus beneficios, lo que las hace ser insostenibles.
  • Replantean su deuda con diferentes entidades financieras para continuar funcionando.
  • Ampliaciones de capital inciertas.
  • Son perjudiciales para la recuperación económica y el panorama financiero en general.

¿Cuáles son los riesgos de una empresa zombi?

Muchos expertos consideran que la mayoría de las entidades financieras son también responsables del funcionamiento inadecuado de las empresas zombis. A pesar una rentabilidad baja permiten que refinancien la deuda, aun conociendo que es poco probable que la cobren. Detener esta situación, obligaría a las entidades financieras a reflejar en su balance los préstamos que no han sido cobrados.

Es un ciclo que continúa funcionando a causa de los tipos de interés tan bajos. Pero en cuanto los bancos centrales comiencen a subirlos, el riesgo latente es que todas las empresas que se encuentran en esta categoría caerán en la quiebra.

¿Por qué una empresa zombi es considerada como peligrosa?  

Una empresa zombi es considerada como peligrosa, porque básicamente perjudica el panorama financiero por diversas razones como:

  • Hacen que los precios del sector en el que se desarrollan bajen. Utilizando esta estrategia para mantenerse a flote y con ello obligan a otras empresas a hacer lo mismo para no decaer en el mercado.
  • Representan un obstáculo para los nuevos competidores. Aquellos quienes se llegan a sentir intimidados ante estas empresas y son capaces de hacer lo que sea para sobrevivir en el mercado.
  • Cuando llega el momento en el que ya no pueden hacer frente a tantas refinanciaciones, generan una lista enorme de impagos, afectando de sobremanera a los terceros que han renegociado con ellos.

¿Son muchas las empresas que se encuentran en esta situación?

Solamente en España, se estima que el 6,2% de las empresas activas se encuentran en situación de zombi. Es decir, que se refiere a unas 220 mil empresas. Posicionando a este país con un porcentaje por encima de los demás del continente europeo.

Las expectativas indican que si la crisis mundial por coronavirus se extiende aún más, es muy probable que el porcentaje de empresas zombis continúe en ascenso.

Teniendo en cuenta toda esta situación, se están uniendo esfuerzos a nivel gubernamental, para que las ayudas públicas sean redirigidas únicamente a las empresas que se encuentren totalmente solventes. Pero que están pasando por momentos difíciles debido a los efectos de la pandemia, y no para aquellas compañías que antes de la llegada del Covid-19 se encontraban casi en la quiebra.

Con la finalidad de disminuir la cantidad de empresas zombis que sobreviven por las ayudas públicas, se aprobó una Ley de Auditorias de Cuentas, la cual estipula multas que oscilan entre 1.200 y 60.000 euros para las empresas que no depositen sus cuentas anuales en el Registro Mercantil. De esta forma, solo permanecerán inscritas las que realmente se encuentran activas.

¿Qué pasará con las empresas zombis?

Al parecer las empresas zombis no durarán mucho tiempo más. El Banco de España es uno de los que se ha pronunciado a favor de que se termine de una vez por todas con este tipo de compañías, argumentando que estas encarecen la inversión de empresas que sí son rentables. Además, restringen los recursos destinados a financiar nuevos proyectos. 

La clave para solventar esta situación, está en unir esfuerzos, para redirigir la ayuda a las empresas que realmente la necesitan. Aquellas que anteriormente eran viables a finales del 2019 y que, a consecuencia de la pandemia por coronavirus, disminuyeron su producción. De esta manera se evitaría que la ayuda sea aprovechada por empresas zombis que después de recibir el financiamiento terminarán cerrando.

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